Corazones rotos, vidas truncadas

Son números, pero números implacables, que se repiten año tras año rebasando el límite de lo tolerable... Porque una sola víctima ya es absolutamente inadmisible. Y ¿por qué? Porque apelando a sentimientos y pasiones se justifica el maltrato sistemático, el abuso, la brutalidad; porque las víctimas suelen estar anuladas, sojuzgadas o no están en disposición de escapar; porque es difícil que el agresor deje de serlo y que la persona agredida lo reconozca; porque... podríamos seguir así, llenando páginas y páginas para expresar nuestra indignación. Pero ahora ha llegado el momento de actuar. Y desde la escuela nos ponemos a la cabeza de los que piensan en este sentido. El año pasado fueron 44 las personas asesinadas. Este año ya vamos por 41. Esperemos que esta cantidad no se incremente en estos meses finales. Pero estaremos atentos. Un grupo de alumnos ha sido comisionado para atender la emergencia y hacer notar (esperamos que no haga falta) cualquier variación en esta lista macabra. No queremos añadir más corazones quebrados en este mapa ya de por sí tan saturado. No queremos poner ni uno solo durante el año 2018. Es el momento de revertir la tendencia. Es el momento de despertar la solidaridad con las personas que sufren y la de volver la cara a las que maltratan. Contra el crimen, todo el peso de la ley. En la prevención, todo el peso de la escuela.

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