No resulta descabellado plantearse el ingreso a la universidad desde los ciclos formativos de grado superior. En este caso, la nota de acceso es la nota media obtenida en el ciclo formativo desde el que se accede, compitiendo directamente con aquellos estudiantes de bachillerato que presentan la calificación obtenida en la primera fase de la EBAU. Esto significa que para ingresar en la universidad, tanto da si acreditas un 5 en la fase de acceso de la EBAU o como nota media del ciclo formativo. Si el estudiante de fp desea mejorar dicha calificación media para garantizarse o, al menos, estar en disposición de acceder a estudios con una demanda alta, estará abocado a presentarse a la llamada prueba de admisión de la propia EBAU, y al igual que el aspirante que proviene de bachillerato, obtener si puede la recompensa suplementaria que le permita elevar su calificación en función de los factores de ponderación que establece cada universidad.
A partir de aquí nos encontramos disposiciones singulares de cada distrito universitario que habrá que conocer antes de evaluar las probabilidades de ingreso. Por citar un ejemplo, el distrito universitario de Andalucía bonifica a los estudiantes de fp que acreditan ramas de conocimiento afines a la titulación demandada. En el caso del grado de Veterinaria dan incluso un paso más allá: los solicitantes que acrediten su condición de técnico superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal tienen una vinculación preferente frente a cualquier otra titulación aportada.
De todo lo escrito se desprende que:
El ingreso en la universidad desde la FP de grado superior es una opción para mejorar tus condiciones de acceso, aunque no para garantizarlo totalmente.
Es muy conveniente informarse de las peculiaridades de cada distrito universitario antes de diseñar cualquier estrategia de actuación.
En general, el acceso a través de titulaciones de la misma rama de conocimiento resulta más conveniente y facilita los futuros reconocimientos académicos de módulos formativos en la universidad. Cada distrito elabora su propio cuadro de convalidaciones y una vez documentado, lo aplica a instancias del alumnado propio que lo solicita.