Una vez celebrada la sesión de evaluación y conocidas las notas, las alumnas con el bachillerato aprobado pueden ir pensando en la EBAU. Pero hay una serie de trámites que también han de tenerse en cuenta para que todo fluya, como dijo un tal Heráclito de Éfeso: En primer lugar se precisa solicitar el título de bachillerato siguiendo las instrucciones de nuestra secretaría. Las tasas administrativas, algo importante en este tipo de trámites, se pueden pagar desde casa. A la par, se solicitará la inscripción en las pruebas de acceso a la universidad. Casi todo esta decidido porque depende de la modalidad cursada, pero debes marcar tus preferencias para la fase de admisión (que pueden ser de asignaturas cursadas como de no cursadas). Ya sabes que este tramo es voluntario y que cada asignatura extra (hasta un máximo de cuatro) supone un desembolso de 15 € más. Cada cual obra como quiere, pero si los estudios en los que estás interesado no presentan problemas de admisión, la nota extra que aporta esta segunda parte es perfectamente prescindible, teniendo en cuenta además que hay asignaturas de modalidad que se tienen en cuenta en ambas fases. No olvides además que la nota resultante es "volátil" y tan solo conserva su validez durante dos cursos académicos. Los alumnos de ciclos saben que su nota de acceso es directa y se corresponde con la media de sus estudios profesionales (información aquí); únicamente deben presentarse a la EBAU, fase de admisión, si desean mejorar esa calificación de cara a estudios de acceso más exigente. Después de todo el follón, toca esperar las notas provisionales y valorar las posibles reclamaciones, respetando escrupulosamente los plazos que se establezcan. ¡Por favor, no lo olvides! Cualquier petición fuera de plazo será desestimada. Pasado el trago y con la papela de aprobado en la mano, toca comunicar con universidades públicas o privadas de cualquier punto del país e iniciar el proceso de inscripción a través de las correspondientes páginas habilitadas al efecto. No es complicado, pero asegúrate de que no cometes errores y proponte una revisión diaria del proceso, que incluye una constante actualización personal sobre notas, listas, plazas y ¡¡plazos!! Insistimos en ello una vez más... Conocemos casos en los que el alumno perdió todas sus oportunidades por un descuido injustificable... Si ya se ha recorrido casi todo el camino, es dramático que las ilusiones se vayan al traste por unos minutos de retraso... Sobre el proceso en sí hablaremos más adelante. Ahora hay que centrarse en la EBAU, con la vista puesta en nuestros objetivos académicos.
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